LOS DÍAS SIN INTERNET

Hace aproximadamente un mes, me quedé sin internet. Por un problema que jamás terminaron de explicarnos en Teléfonos de México, nos quedamos sin Wi-Fi por un mes.

Todo comenzó un viernes. Estaba viendo «Una esposa de mentira«, película que EN VERDAD disfruto ver…y de pronto ya no cargó. Nuestro internet suele fallar, así que no me preocupé y sólo me fui a dormir. Sin embargo, al día siguiente desperté queriendo revisar mis redes sociales y, ¡oh sorpresa!, aún no había internet. Las semanas siguientes fueron una serie de llamadas telefónicas sin sentido a los ilusos de servicio a cliente de Telmex. Al final el problema se resolvió porque mi papá siempre resuelve ese tipo de asuntos él mismo, de no ser así, tal vez seguiríamos sin conexión…

ETAPA I

Cavernícola

By kevindooley on Flickr

Lo primero que sucede cuando te quedas sin internet, es que sientes que no eres capaz de hacer NADA.

  1. AMIGOS DE VISITA: «Vamos a ver una peli… ah no, no hay internet.»
  2. COCINA: «Tengo ganas de hacer una receta que vi en inter…ah no, no hay internet»
  3. MÚSICA: «Uuugh, estoy harto de mi música de siempre, buscaré una lista de repr…ah no, no hay internet»
  4. TAREA: «Ah no, no hay internet»

De pronto pareciera como si cualquier cosa que alguna vez has hecho involucrara el uso de internet, y eres incapaz de hacer nada sin él.

ETAPA 2

¿PUEDO USAR TU WI-FI?

Photo by Saketh Garuda on Unsplash

Naturalmente, el siguiente paso es ir a la casa de tus amigos para usar su internet. Pero ya no eres tú mismo, ya no eres esa persona que perdía horas en las redes sociales, de pronto eres un ser altamente productivo, haces listas de EXACTAMENTE las cosas que necesitas hacer y no piensas en pasar tiempo en las redes sociales, pues no quieres que tu amigo piense que sólo estás ahí por el wi-fi, y no quieres abusar de su hospitalidad.

ETAPA 3

¿ESE JARDÍN SIEMPRE ESTUVO AHÍ?

Pero no puedes pasar todo el día, todos los días, robando el wi-fi de tus amigos. Así que te enfrentas a lo inevitable: tú, solo en tu casa, sin internet. Empiezas a preguntarte qué rayos hacías antes del internet, cuáles eran tus hobbies e intereses…y los retomas.

En el caso de Vicky (mi hermanita), volvió a jugar videojuegos, comenzó a pasar más tiempo haciendo estiramientos y ejercicios para aumentar su fuerza (ella baila ballet). Yo comencé a dibujar de nuevo, y a ponerme a iluminar; por fin pude terminar un videojuego que había aplazado por mucho tiempo (Dante’s Infierno) y terminé DOS libros en ese mes (siendo que casi siempre leo un solo libro al mes), «La semilla del diablo» y «El fantasma de la Ópera». Son cosas pequeñas que, sin darnos cuenta, dejamos de lado por pasar largas horas muertas frente al ordenador.

ETAPA 4

NECESITO INVESTIGAR…

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Photo by Becca Tapert on Unsplash

Pero no todo son cosas lindas y felicidad. De pronto, necesitas investigar cierta cosa, hacer alguna tarea, etc., y no tienes tu herramienta principal, sólo una computadora, por lo demás, inútil…¿cierto? Bien, de repente redescubres aquella enciclopedia que tus papás, hace años, con tanto esfuerzo compraron. Te das cuenta de que siempre has tenido mucho del material que necesitas, justo frente a tus ojos, y alejado de aquella absorbente pantalla. Y descubres que eres mucho más productivo al investigar en libros; no están las redes sociales por un lado distrayéndote, no tienes la necesidad de entrar a YouTube o 9gag a «descansar cinco minutos».

ETAPA 5

¡JAMÁS HABÍA SIDO TAN PRODUCTIVO!

Y de pronto, en menos tiempo del que esperabas, ya no eres un esclavo del internet; descubres que puedes hacer cosas con tus amigos que no involucren estar en línea; te das cuenta de que tienes libros de recetas empolvados que mueren por ser redescubiertos; sacas tus CDs del oscuro rincón donde los tenías guardados, haces tus tareas mucho más rápido, sales a pasear a tus perritas más seguido… Ya casi no pierdes el tiempo y tu capacidad de atención ha aumentado…

Pero al final, cuando ya te habías adecuado a ese estilo de vida, cuando ya lo sientes natural, cuando tu ansiedad se ha reducido y te has vuelto una persona más paciente, el internet vuelve y tú continúas siendo la misma persona que eras antes. Es mucho más fácil adecuarte de nuevo a tener internet, que readecuarte a NO tenerlo.

Sin embargo, trato, desde entonces, de dejarlo un poco de lado, de utilizar todos los recursos no-electrónicos que me son posibles, pues de verdad creo que a veces estas alternativas son más saludables, y nos ayudan a evitar divagar.

¿qué piensas? ¿alguna vez te has quedado sin internet? ¿crees que es bueno quedarse sin internet de vez en cuando? ¡comenta!

Una respuesta a “LOS DÍAS SIN INTERNET”

  1. No lo dudo. De echo creo que uno de mis motivos de desconexión son todos esos.

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