El alma de toda historia es el conflicto. Sin este, no habría nada qué contar; personajes estáticos rara vez atrapan la atención de un lector.

Sin embargo, pueden suceder cosas sin que pase nada, y Stephenie Meyer ha hecho de esto una forma de vida. ¿Cómo lo logra? Todas las novelas de la saga «Crepúsculo» tienen la misma estructura:
- Todo está en calma.
- Se nos presenta un conflicto.
- Los personajes se preparan para enfrentar este terrible conflicto, que promete ser mortal, devastador.
- Se crea una gran tensión al rededor de este conflicto y…
- Al final todo se resuelve casi como por arte de magia.
La amenaza ni siquiera se alcanza a vislumbrar, y el tan esperado clímax jamás sucede, pues la solución llega abruptamente, sin que los personajes deban esforzarse en lo más mínimo.

El más claro ejemplo de lo anterior se encuentra al final del último libro de la saga, cuando la batalla épica de los Cullen contra los Vulturi jamás llega a darse. En la película, por lo menos se muestra esta batalla, pero en el libro sólo se nos dice que en la visión de Alice Hale los Vulturi son vencidos, y la autora procede a contarnos que no sucede…NADA. Esta fue la falsa amenaza que más evidentemente dejó insatisfechos a quienes se acercaron a estos libros, sin embargo, la saga está repleta de ellos de principio a fin: Edward terminará por comerse a Bella, FALSO; James matará a Bella, FALSO; los Vulturi son una amenaza, FALSO (¡esos personajes jamás hicieron nada más que estar ahí parados fingiendo que eran peligrosos!); los neófitos son casi imposibles de vencer, FALSO; tener sexo con Edward lastimará a Bella, FALSO; el bebé es un peligro, FALSO; Renesmee va a morir pronto porque crece demasiado rápido, FALSO…podría seguir enumerando cosas, pero creo que comprenden el punto.
A pesar de tener a personajes no muy atrayentes, Stephenie Meyer es buena construyendo tensión, sin embargo, es terrible para dar un buen clímax; pareciera como si quisiera que sus personajes vivieran peligros y aventuras pero, al final del día, siguieran con su cómoda vida; pareciera temerle a enfrentarlos a una amenaza verdadera que pudiera incluso matarlos. Si las cosas suceden, sucede el cambio, la evolución de los personajes…y es a eso a lo que Meyer parece temerle.

En mi opinión, estas falsas amenazas son una característica que, de haber sido omitida, habría hecho de estos libros y sus respectivas películas algo más agradable y mejor construido. Para mí, esta es, junto con la falta de desarrollo de personajes, una de las mayores deficiencias de la saga.
En resumen: creo que la saga «Crepúsculo» pudo haber sido mejor de haber contado con clímaxes adecuados y, sobre todo, si hubiera momentos en los que en serio temiéramos por la seguridad de los personajes. Personajes invencibles (que son con los que contamos en esta saga), carecen de razones por las cuales interesarse en ellos…pero de esto puedo hablarles en otra ocasión.
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