Todos desearían tener mi secreto. Pero no es algo de lo que pueda hablar con facilidad.
He aprendido lo suficiente a la fecha como para saber que todos creerían que estoy loco si se los cuento, y tampoco sería fácil si me creyeran, pues me envidiarían, me perseguirían para descubrir mi secreto.
Ni yo mismo sé cómo lo hago, así que guardó silencio y continuó como si nada pero, por lo bajo, me rio cada vez que escucho:
“Si no existiera la muerte, la vida no tendría sentido.”
“Somos perfectos en nuestra imperfección.”
“Si naciéramos sabiéndolo todo, ¿qué sentido tendría la vida?”
¿De verdad lo creerán así?, ¿no ven la maravilla que sería comenzar la vida ya sabiendo todo lo que aprendiste en la anterior?, comenzar donde terminaste, ser capaz de ser la persona que no pudiste ser en tu vida anterior; verdaderamente aprender de tus errores para cometer nuevos.
No, ellos no tienen idea de que estoy viviendo por enésima vez, y que no me importa morir porque sé que renaceré para volver a vivir lo mismo una y otra vez, pero siempre será diferente, porque ya conoceré a mis enemigos, ya sabré cómo vencer los obstáculos que se me presenten, y puede que por ahora la muerte sigue encontrándome al final, pero tengo ante mí un mundo de infinitas posibilidades. A prueba y error, eventualmente ser inmortal. Un día la muerte ya jamás me alcanzará…
-¡Mamá!
-Te dije desde hace rato que ya apagaras eso, ¡bájate a cenar!
Con los ojos llenos de lágrimas, pero sin derramar ninguna, Toñita se levantó y bajó a la cocina a cenar.
Doña Antonia suspiró. Odiaba cuando su hija lloraba, pero hacía días que Toñita no se despegaba del Nintendo después de la escuela. Sólo esperaba no haber descompuesto el costoso aparato desconectandolo así.
Toñita se sentó en la barra, cabizbaja; había estado tan cerca de derrotar al jefe final…
Una vez más estoy en este limbo, pero es sólo cuestión de tiempo. Renaceré para tener otra oportunidad. Tal vez en mi siguiente vida logre ser inmortal.
*Aplaude de pie*
Jajajaja, está muy bueno, excelente plot twist, excelente, jamás me lo esperé, jajaja.
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