-ALERTA SPOILERS-
Cada vez que voy a ir a ver una película, me informo lo menos posible sobre ella porque no me gusta tener expectativas sobre lo que va a ser.
Lo malo de las películas nominadas a los Óscares es que difícilmente escapa uno de los medios de comunicación que te bombardean de información sobre estas.
Afortunadamente, de «Boyhood: momentos de una vida» pude casi aislarme y me llegó sólo una noticia: fue filmada durante doce años.
El filme sigue la vida de un niño desde los seis a los dieciocho años, pero el guionista, director y productor de la película, Richard Linklater, no quiso hacerlo de un modo tradicional, utilizando a actores distintos, sino que tuvo un proyecto mucho más ambicioso: hacerlo con los mismos actores, reunirse cada año a filmar un fragmento de la película, hasta tener toda la infancia («boyhood») del personaje principal, relatada por medio de pequeñas escenas, momentos que marcaron su vida.
La crítica más recurrente que he escuchado de esta película es «Si no se hubiera filmado a lo largo de doce años, sólo sería una película más». Un poco de eso es cierto: en efecto, de no haber sido filmada en doce años, no habría tenido el impacto que tuvo, pero, mala suerte para los haters, esta no fue cualquier otra película, esta película fue filmada en doce años, y merece ser juzgada por sus muy particulares características. Por supuesto que la idea y su ejecución merecen aplausos, y quien sea que pretenda volver a filmar una película cronológica usando el paso natural del tiempo, se verá en la difícil situación de enfrentar a un montón de ojos juzgándolo por estar haciendo algo que ya se hizo. Aunque, por supuesto, a fin de cuentas todo es una copia de la copia y no hay nada nuevo bajo el sol…pero eso es otra historia (Para más al respecto, chequen este video). Mi punto es que no hay que juzgar el filme separándolo del modo en que fue grabado, sino comprender que es un todo. Sí, estoy de acuerdo con que sólo el modo en que fue grabado jamás habría sido suficiente para que fuera una buena película, pero sí es uno de los elementos que contribuyen a que lo sea.
Porque, sí, para mí los premios que ha ganado y las buenas críticas no tienen que ver sólo y exclusivamente con el modo en que fue filmada, creo que cuenta con un guión bellamente estructurado, que cuenta una historia que se comprende bien a pesar de los grandes saltos que hay, y sin necesidad de meter al indeseable personaje explicatorio.
Sino que la historia se explica por sí misma, por medio de acciones y gracias al avance mismo de la trama. En lo personal, creo que narrativamente fue hermosísima, te va envolviendo poco a poco en la trama, haciendo que te importen el personaje principal y las personas a su alrededor inevitablemente; eso hace una buena historia.
Por otro lado, otra de las críticas que he leído es que el filme apela mucho a la nostalgia para agradar: desde la música más representativa de cada época, hasta tendencias y celebridades de cada uno de los momentos de la historia se encuentran esparcidos a lo largo del filme.
Lo único que me pareció malo de tales referentes culturales, fue lo obvios que eran, es decir, era evidente que estaban ahí para provocar una reacción de nostalgia en el espectador, y no como genuinos elementos narrativos. Sin embargo, creo que fue parte del encanto de la película, remembrar lo más icónico de distintas épocas.
El proyecto me parece sumamente ambicioso, me quedan muchísimas dudas, ¿quién creyó en esto lo suficiente como para estar dando dinero cada año por doce años?, ¿las postproducción se fue haciendo conforme terminaban de grabar un año, o se hizo toda completa al finalizar la filmación?, ¿el guión ya estaba hecho, o solamente tenía lineamientos generales de a dónde se dirigiría la historia, que el director/productor/escritor cambiaba cada año dependiendo de nuevas ideas que se le hubieran ocurrido?
Logré recopilar algunas respuestas que tal vez podrían interesarles: Los que ejecutaron el acto de fe fueron las personas del estudio IFC, quienes, cada año, le daban a Linklater un presupuesto de $200,000 para poder reunir a su equipo y continuar la filmación. Y en realidad sólo fueron 39 días de filmación en total. Al parecer lo único difícil fue la postproducción.
Si hubo una cosa que no me gustó, fue el manejo de los personajes femeninos, poco profundos y llenos de problemas. En parte comprendo que la intención de la película era concentrarse en los sentimientos de Mason, el personaje principal, sin embargo, detesto que se ve a las mujeres como algo ajeno a los muchachos, a quienes les están pasando otras cosas, y que sólo generan y viven en y de problemas. No vemos a ningún personaje femenino tener una conversación profunda y reflexiva con ninguno de los personajes. Al menos así me lo pareció a mí.
Estoy de acuerdo en que esta no fue la película del año, y aunque las actuaciones fueron buenas (yo exceptuaría, sin embargo, a la hermana mayor; investigando, resulta que es hija del director/escritor/productor, así que comprendo por qué le dieron el papel a pesar de que su actuación me chocó desde su primera escena), sobre todo la de Ellar Coltrane, el personaje principal y, como ya dije, la historia fue bellísima, creo que no fue el hito cinematográfico del año y por eso se ha quedado detrás de sus colegas nominadas.
Básicamente, es lo que el título nos dice que será: la historia de la infancia de un niño. A algunos les pareció aburrida porque dicen que en realidad «no pasa nada», pero para mí fue una hermosa experiencia, y claro que le pasan cosas al niño: la vida. Y no una vida particularmente aburrida, creo que quienes la consideraron así deben ser personas a quienes sólo les gustan las películas de acción. A mí me pareció reflexiva y tierna; capturó de forma muy fiel los sentimientos que se experimentan al ir creciendo.
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