Como modo de celebración del que habría sido el cumpleaños número 87 de Carlos Fuentes, quise hacer una pequeña entrada en mi blog acerca del narrador en segunda persona.
¿Qué tiene que ver esto con Fuentes? Bien, muchos de ustedes ya lo sabrán, pero para quienes no, él tiene una breve novela llamada «Aura», de amor y misterio, llena de metáforas acerca de la juventud, la vejez y el tiempo. Lo más particular, y lo que a mí me llamó la atención de este libro, allá en mis años de secundaria, fue que estaba escrito en segunda persona, creando un efecto muy peculiar del que en seguida les hablaré.

Ya conocemos los tipos de narrador: en primera o tercera persona, omniscientes, protagonistas, testigos, deficientes, y demás denominaciones. Sin embargo, hay un tipo de narrador del que se habla poco, y se utiliza aún menos: Narrador en segunda persona.
¿Cómo funciona?
Para hacer uso de este tipo de narrador, el escritor debe escribir como si el lector fuera su protagonista, es decir, se dirige a «ti», por eso el nombre de narrador en segunda persona:
«Quizás Aura se dará cuenta y, después de la cena, subirá a buscarte.»
Utiliza dos tiempos verbales diferentes: presente y futuro.
El presente da una sensación de inmersión a la trama: eso que te están contando, está sucediéndote en este momento.
«Recoges tu portafolio y dejas la propina.»
El futuro da una sensación de misterio, pues pareciera que el narrador sabe lo que está por sucederte.
«ella te dirá que amanece; se despedirá diciendo que te espera esa noche en su recámara.»
¿para qué se utiliza?
Con este tipo de narrador se crea automáticamente una sensación de juego de roles. Es difícil que un lector escape a este; desde el primer momento en que lee los verbos en segunda persona, el lector se siente parte de la historia.
Es perfecto para relatos de misterio, suspenso e inclusive terror, para provocar, no un miedo por lo que pueda pasarle a alguien más, sino miedo por lo que me está sucediendo a mí mismo. Conviertes a tu lector en tu protagonista.
En pocas palabras, el narrador en segunda persona tiene un gran peso psicológico. Esto podría parecer una gran ventaja, y tal vez quieras hacer uso de este desde ahora para incolucrar a los lectores, sin embargo, es un modo de escribir que toma mucha práctica antes de lograrse de forma óptima, no es fácil mantener el impacto de la primera impresión.
TIPS
1. Ambientación
Crea un buen ambiente, en el que el lector pueda sentir que verdaderamente está ahí.
2. Evoca a los sentidos del lector
Lo más importante es hablar de sensaciones, decirle a tu lector exactamente qué le provocan las cosas a su alrededor. Utiliza los cinco sentidos: qué ve, qué escucha, qué toca, qué huele, qué prueba.
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